El patinador marplatense, becado por la fundación, es uno de los argentinos que representará al país en la competencia máxima de la disciplina, que este año se realizará en la localidad belga de Ostende.
Servián: el último de izquierda a derecha.
El patinador
Guillermo Servián, deportista becado por la Fundación Fuego Sagrado y que
entrena regularmente en el gimnasio homónimo, participará del venidero Mundial
de mayores y juveniles que este año -fecha
a confirmar- que se desarrollará en Ostende, Bélgica. El marplatense, de 27
años, había sido preseleccionado por el entrenador del equipo argentino, Juan
José Zárate y luego de intensas jornadas
en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD) logró la clasificación al certamen más importante de la temporada.
"Corrimos
varias distancias y di una de las marcas para clasificar”, expresó Servián
sobre el proceso que le permitió obtener un pasaje a la cita, pese a no llegar
al 100% para el preselectivo. Muy contento luego de alcanzar el objetivo
primario tras una semana de competencia en el CeNARD y en el circuito rutero de
Ezeiza, el marplatense no se relaja y clava la mirada en el Mundial de Ostende:
"Mis expectativas son mejorar mis puestos individuales del año pasado".
"Voy
a seguir trabajando con Matías en el gimnasio y con Carlos Lugea en los
patines", remató convencido de que aún queda mucho por hacer de cara al
próximo mundial. El mismo estaba programado para finales de agosto. Sin
embargo, esa fecha se postergó y la Federación Internacional de Roller Sports
(FIRS) todavía no lo ha reprogramado. Incluso, los integrantes del seleccionado
tampoco disponen de un cronograma estipulado de viaje.
Mientras tanto,
Guillermo Servián se preparará de la mejor manera para soñar con su objetivo
máximo. “Mi meta es ser
campeón del mundo”, admitió meses atrás el fondista. Esta clasificación le
permitirá sacar todo el fuego sagrado que lleva adentro y, por qué no, hacer su sueño realidad.
Servián al frente, con el número 1 en su casco.
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