lunes, 17 de junio de 2013

Darío Villarroel fue premiado por su inigualable historia de superación

El atleta becado por la Fundación Fuego Sagrado fue uno de los diez deportistas argentinos agasajados en la Cámara de Diputados de la Nación, en la primera entrega de los Premios Islas Malvinas, por su destacada actuación en levantamiento paralímpico de pesas.


Premiación junto a Rubén Sciutto y Mariela Ortiz, diputada jujeña.
El pasado martes, el pesista paralímpico Darío Villarroel, becado por la Fundación Fuego Sagrado, fue premiado por su excelencia deportiva e inigualable historia de superación, en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, con la estatuilla Islas Malvinas –impulsada en  2012 y se entregará desde este año cada 10 de junio en sintonía con el aniversario de la Guerra de Malvinas y la fecha en que Luis María Vernet fue designado primer gobernador argentino en las islas en 1829-. En total fueron diez lo deportistas reconocidos por sus destacadas performances en los últimos meses.

La ceremonia estuvo encabezada por el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, y el presidente de la comisión de Deportes de la Cámara, Rubén Sciutto, quienes premiaron a los diez deportistas argentinos que con esfuerzo, pasión y dedicación alcanzan importantes logros que no son reflejados por los principales medios de comunicación. También asistieron al acto el Secretario de Deporte de la Nación, Claudio Morresi, y el Secretario General del Comité Olímpico Argentino (COA), Mario Moccia.

En el proceso de selección, las federaciones deportivas propusieron deportistas y luego la comisión de Deportes de la cámara baja, integrada por nueves diputados, actuó de jurado en la elección de los deportistas homenajeados.

En esta oportunidad, además de Darío Villarroel, los premiados fueron: Verónica Natalia Páez (Atletismo), Carlos Iván Figueroa y Silvio Velo (Fútbol para ciegos), Federico Molinari (Gimnasia artística), Florencia Habif (Hockey), Graciela Álvarez (Judo), Matías Ola (Natación), Jorge Luis Menichelli (Patín artístico) y Alfredo Daniel Villegas (pelota-paleta).

Aplausos para la inigualable historia deportiva de Darío Villarroel.
 
“El hombre más fuerte del mundo”

Darío irrumpió recientemente en algunos medios marplatenses, jujeños y nacionales por una marca sin precedentes en la disciplina. Levantó más de cuatro veces su peso corporal -200 kg sobre 50 kg-, la principal razón de su particular apodo: “el hombre más fuerte del mundo”. Sin embargo, su récord no ha sido homologado por el Comité Paralímpico Internacional (IPC, por sus siglas en inglés). Aunque, sí fue registrado por un escribano público nacional –ante la no inclusión del organismo internacional-.

El nacido en Palpalá, provincia de Jujuy, y entrenado por Matías Bernatene en el gimnasio Fuego Sagrado de Mar del Plata, no compite regularmente por disposición del IPC y el Comité Técnico de Powerlifting, debido a que Darío no puede rodear la barra con sus manos al momento de levantar la misma. Aún así, y pese a este acto de injusticia –los estudios técnicos realizados con profesionales de la salud constataron que el atleta no corría riesgo alguno con la práctica de pesas de alto rendimiento- participa extraoficialmente de certámenes nacionales y realiza numerosas exhibiciones en diferentes instituciones.

Este merecido reconocimiento, mérito a su lucha ante la adversidad y las innumerables trabas burocráticas, las mismas que le han impedido lucirse en competencias de máximo nivel, que le han prohibido soñar a lo grande en sucesivos Juegos Paralímpicos –con su marca hubiese sido medalla de oro en Beijing 2008 y Londres 2012, con récord paralímpico y mundial incluido- y transformarse en un ícono del powerlifting, que lo han discriminado por su condición física; son las que lo sitúan en este inesperado pero reconfortante lugar. Un premio desde la entrañas del Estado nacional que premia a Darío Villarroel por su excelencia deportiva y por su inigualable historia de superación.

Darío posa junto a Claudio Morresi, Secretario de Deporte de la Nación.

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