El patinador marplatense Guillermo Servián, que obtuvo el tercer lugar en el mundial del año pasado, es nuevo integrante de la Fundación Fuego Sagrado y sueña a lo grande.
Las ocho de la
mañana. Hora indicada para hacer ejercicios. Algunos deciden correr por los
bulevares, otros por la costa y plazas. Están aquellos que van a un gimnasio para
quemar calorías o calmar el stress. Pero también está aquellos que se encierran
en un gimnasio para soñar a lo grande.
En el gimnasio Fuego
Sagrado, ubicado en las instalaciones del Patinódromo Municipal “Adalberto
Lugea” de Mar del Plata, Guillermo Servián entrena con su preparador
físico, Matías Bernatene, y sueña a lo grande. Una casa que el patinador de 26
años conoce bien. Desde este año es nuevo integrante del staff de la Fundación
Fuego Sagrado porque Guillermo ha sido becado para adiestrarse allí. Algo que
al deportista marplatense lo pone contento. “Está buenísimo. Estoy muy
agradecido. Me gusta trabajar con Matías. Con él mejoramos la fuerza, más que
nada en la posición en la que trabajo, y mentalmente me ayuda mucho. Esto es
una gran ayuda. Él me da mucha confianza. No es lo mismo entrenar en otro gimnasio
que entrenar acá”, expresó con una mueca
de cansancio.
Dicho agotamiento
proviene del arduo trabajo realizado con Bernatene que manifestó la idea de que
Guillermo “este año vuele”. Un entrenamiento preparado para potenciar al máximo
al deportista especialista en patín carrera. “En este momento nos encontramos
en proceso de carga. Estamos levantando muchos kilos. Llegado el momento de
competir, ahí se bajan los kilos”, resaltó el atleta. Luego, Matías Bernatene
explicó de qué se tratan los ejercicios con pesas y para qué le sirven a un
patinador: “Desarrollar la fuerza en cualquier deporte es fundamental. El patín
carrera tiene ángulos específicos de empuje que son indispensables
mejorarlos y desarrollarlos. La direccionalidad de la fuerza y la velocidad de
ejecución. Un buen patinador desarrolla mucha fuerza en una curva, a la
hora de tener que empujar y sostener en posición el cuerpo que lo impulsa hacia
afuera, y lograr meterse en el mejor ángulo para tomar la recta. A la hora de
acelerar en una recta, a la hora de un sprint, un deportista como Guillermo, que
es fondista, necesita imperiosamente en la alta competencia, tener una
capacidad de embalaje y tolerancia a estos mismos. Ganar los puntos y definir
con mucha velocidad”.
El marplatense tiene un curriculum amplio. Ganó varios torneos marplatenses, nacionales. Es el actual campeón argentino en patín carrera y el mejor exponente en Argentina en pruebas de fondo. Primero en el Torneo CONOSUR desarrollado en Venezuela. Medalla de broce en el mundial del año pasado.
El marplatense tiene un curriculum amplio. Ganó varios torneos marplatenses, nacionales. Es el actual campeón argentino en patín carrera y el mejor exponente en Argentina en pruebas de fondo. Primero en el Torneo CONOSUR desarrollado en Venezuela. Medalla de broce en el mundial del año pasado.
“Primero empecé
como un juego y después me llamó la competencia, la calidad que hay. Mi primer
torneo fue en córdoba en el año 97. Competimos en la cuarta categoría, eran los
más chicos. Gané y ahí comencé a competir”, confesó Servián, quien sostiene que
para él el patín es su vida y la disciplina a la que vuelca todo su tiempo.
La brecha con los
patinadores del exterior es más corta. Según Guillermo “no hay tanta diferencia
física. Estamos bastantes parejos. La diferencia que hay es estructural, de
equipamiento y a nivel competitivo. Ellos tienen más competencias en el año. Yo
tengo una gira por año, por suerte. Este año me la bajaron, así que no sé si
tendré giras”.
En cuanto a los
objetivos a corto plazo son: “Llegar bien al Mundial de Bélgica que se disputa
en Septiembre. Mi meta es ser campeón del mundo. O estar en los puestos más
altos, pero mi enfoque es ser campeón”.
Carlos Lugea es su
entrenador “en la cancha”. Desde el 2010 prepara técnicamente a Servián y con
éste, y con la preparación física de Matías Bernatene, llegó a la medalla de
bronce del año pasado.
Históricamente
Mar
del Plata se distinguió por sacar excelentes patinadores y para Guillermo “el
nivel por ser pocos es muy bueno. Siempre hay uno colándose en las finales.
Entre las mujeres siempre hay campeonas del mundo o están en el podio”. Y como
todo, hay una parte para corregir: “Le falta de difusión. Se está trabajando
con la pista abierta los fines de semana. Tenemos un complejo que está entre
los mejores del mundo, falta mejorar un poco la pista”.
En su
discurso y en su personalidad, Guillermo Servián transmite algunas de las
razones que influyeron en su elección como atleta becado de la fundación. Su
compromiso con el deporte y sus virtudes humanas, necesarias para el desarrollo
de todo buen deportista de ley, le abrieron esta gran posibilidad. Veremos si este
año en Bélgica, el fuego sagrado de los grandes pesistas que entrenan con él,
también puede volar en patines.
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